Aislamiento térmico, problema y solución de los edificios españoles

En nuestro país, el sector de la construcción es uno de los más relevantes y el hecho de que nuestras constructoras cuenten con una gran relevancia en el extranjero avala ese aspecto. Sin embargo, en un país que combina zonas con inviernos duros y otras zonas con veranos igualmente duros, hay un problema común en la mayoría de edificios de viviendas: la falta de aislamiento térmico.

El aislamiento térmico no es ni más ni menos que la búsqueda de la temperatura adecuada (22ºC en invierno y 25ºC en verano), y esta necesidad dio lugar a que, sobre todo en el siglo XX, técnicos y arquitectos se pusieran a pensar en las mejores soluciones para las construcciones.

Sin embargo, en el siglo pasado la tecnología no estaba totalmente a punto, ya que se usaban aislamientos de espumas de plástico y materiales alveolares que se introducían entre la hoja de ladrillo interior y la exterior. Este tipo de soluciones daban demasiadas infiltraciones de agua y, por consiguiente, humedades. Por ello, estos sistemas constructivos no se consideran como unos sistemas adecuados de aislamiento.

Esta es una de las explicaciones para este problema, los edificios antiguos no gozan de un correcto aislamiento. Es más, los edificios construidos antes de 1979 no estaban sujetos al cumplimiento de una normativa de aislamiento térmico. Sin embargo, hoy en día muchas de estas fachadas se están rehabilitando, y en algunos casos no se aprovecha la ocasión para realizar una fachada ventilada que los aísle.

La solución pasa por corregir este problema poco a poco y poder disfrutar de las ventajas que el aislamiento térmico genera en los edificios de viviendas:

  1. 1. Mayor confort en el hogar. Un hogar aislado resulta mucho más cómodo, ya que aunque en el exterior la temperatura sea de un frío intenso o un calor agobiante, el interior de la vivienda debe estar perfecto, y sin usar sistemas de calefacción o refrigeración.
  2. 2. Menor consumo energético. Por ese último aspecto que mencionábamos antes, el uso de sistemas de calefacción o refrigeración se reducirá de forma notable, por ello se puede reducir el consumo en hasta un 30%
  3. 3. Ahorro económico. Menor uso de sistemas, menor consumo, más ahorro. Las facturas de la electricidad o el gas natural se verán reducidas de forma impactante. El costo del aislamiento térmico se amortiza rápidamente, por lo que es una inversión rentable, además de ecológica.
  4. 4. Menos problemas de salud. Los sistemas artificiales de temperatura y el hecho de tener una temperatura media más estable en el hogar hacen que se reduzcan enfermedades como gripes, resfriados y otras afecciones relacionadas con los cambios de temperatura.

 

Hoy en día, hay diferentes sistemas de aislamiento térmico.

  • Los sistemas de aislamiento exterior con fachada ventilada.

Están instalados por medio de una estructura metálica por delante de la fachada a la cual son fijados materiales aislantes rígidos o semirrígidos tales como lanas minerales.

Por su parte, la estructura metálica soporta una hoja de protección que se separa del aislamiento con una cámara por donde circula el aire por convección. La hoja está formada por vidrios, composite, bandejas, etc.

Este sistema supone un incremento del espesor de la fachada y consigue reducir los puentes térmicos, proteger la fachada de viento, lluvia o polución, así como eliminar los problemas de condensación y humedades.

  • Sistema de Aislamiento Térmico Exterior de fachadas (SATE).

Consisten en la realización de un revestimiento exterior formado por planchas de EPS, fijadas al cerramiento exterior mediante un adhesivo y un anclaje mecánico de espigas. El aislante se protege con un revestimiento de varias capas de mortero de cemento y una malla de refuerzo entre sus capas.

Las principales ventajas de este sistema son que los puentes térmicos, los cuales suponen la mayor parte de pérdidas térmicas de un edificio, son eliminados en su totalidad.

La mejora del bienestar térmico es inmediata y su coste se amortiza por completo en unos diez años. La instalación de este sistema no necesita de derribos o demoliciones y los trabajos en el interior del edificio son inexistentes.

  • Proyección de espuma de poliuretano.

En espacios de difícil acceso o superficie altamente irregular podemos hacer uso de sistemas de aislamiento como la proyección de espuma de poliuretano con pistola de compresión.

Este sistema tiene la característica de ser de fácil aplicación y resultado inmediato y suele hacerse uso de ella por ejemplo en espacios de medianería en el que las inclemencias climatológicas puedan plantear un problema grave a corto plazo.

  •  Aislamiento térmico de fachadas por inyección en cámara.

En ocasiones las comunidades de vecinos no se ponen de acuerdo para rehabilitar la fachada exterior de la finca. En estas situaciones, se opta por inyectar espuma de poliuretano, lana mineral o celulosa como aislantes para el interior de la cámara de aires de las paredes.

Resulta un método efectivo de aislamiento aunque de menores prestaciones que los anteriores. Posee algunas desventajas, como que no se puede garantizar la uniformidad del aislamiento y requiere que se repare y pinte la pared cuando se finalizan las labores de aislamiento.

Pero entre sus ventajas encontramos su bajo coste, así como que no se pierde espacio útil.

 

Como se puede apreciar, son muchos los motivos por los que los hogares españoles deberían encontrar profesionales que realicen el aislamiento térmico de sus viviendas, y ese que el ahorro y el confort conseguido se percibe inmediatamente. Así mismo, hay muchos tipos de sistemas diferentes para realizar el aislamiento, y una normativa que lo respalda, así que debemos tomarnos esta tarea pendiente como algo importante y mejorar nuestra calidad de vida.

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