Puentes térmicos: cómo detectarlos y evitarlos

Un puente térmico es cualquier parte del cerramiento del edificio (cubierta, fachada, ventanas…) donde la resistencia térmica cambia, es decir, es el punto por el que se transmite más fácilmente el calor comparado con el resto de la superficie.

Esta parte o partes de la envolvente del edificio podrían ser puntuales, lineales o zonales, como explicaremos más adelante. Tengamos en cuenta que un puente térmico no solo nos perjudica en invierno cuando conectamos la calefacción, provocando que el calor se disipe por paredes, techos y suelos hacia el exterior, sino que nos afecta también en verano, cuando el calor del exterior accede al interior del inmueble haciendo que haya que usar más equipos para refrigerar.

Esto se debe a que los corrimientos del edificio pueden estar hechos de un material más conductor o porque se trate de elementos que están en contacto con el aire de fuera y el aire de dentro. Por ejemplo, si tengo unas ventanas de metal, en invierno estará más frio que el muro de ladrillo, porque el metal es un material más conductor. Entonces, toda la superficie de hierro se convierte en un puente térmico.

 

TIPOS DE PUENTES TÉRMICOS

Hay tres tipos principalmente:

- Puente térmico puntual. Puede ser un tornillo que atraviesa un elemento de madera desde un extremo hacia el otro. A lo largo de ese tornillo podría estar circulando el calor pues, como comentábamos anteriormente, el metal conduce mejor el calor que la madera.

- Puente térmico lineal. Es el más habitual. Se trata de una zona de contacto entre dos materiales distintos. Por ejemplo, el encuentro entre una ventana con la pared, o el encuentro entre una pared de ladrillo con un pilar de hormigón o de metal. Los encuentros entre esos materiales no siempre están bien sellados y pueden facilitar que el calor se escape.

- Puente térmico zonal. Este caso lo vamos a encontrar, por ejemplo, cuando una fachada con cámara de aíre, tiene una zona en la que el aislamiento térmico se ha interrumpido o simplemente no se ha colocado.

 

¿DÓNDE PUEDE HABER PUENTES TÉRMICOS?

- En los marcos de las ventanas si son de hierro o aluminio sin rotura de puente térmico. Los cristales colaboran si son muy finos.

- En los pilares embebidos en un muro en contacto con el exterior (el hormigón y el acero transmiten más que el ladrillo).

- En el suelo de la vivienda en la zona cercana a la fachada exterior si el canto de forjado atraviesa la fachada.

- En el cajón de la persiana o capialzado.

- En las hornacinas de los radiadores (el hueco excavado en el muro para colocar el radiador sin que sobresalga).

- En la unión de tabiques interiores con muros de fachada.

 

CÓMO SOLUCIONARLO

Está comprobado que el efecto negativo de los puentes térmicos se dispara en edificios con la envolvente térmica muy aislada y donde las pérdidas de calor asociadas a la ventilación para la calidad del aire son muy reducidas.

Las estrategias más habituales varían en función de si se trata de obra nueva o de rehabilitación de edificios existentes no tan eficientes. En cualquier caso el objetivo común en todas ellas, sea de una forma o de otra, consiste en garantizar en la medida de lo posible la continuidad del aislante térmico en toda la envolvente térmica del edificio e incluso la uniformidad del valor de la transmitancia térmica de cada uno de los cerramientos.

También es recomendable utilizar marcos de carpintería con rotura de puente térmico o evitar la instalación de cajas de persiana como sistemas de oscurecimiento optando por otras alternativas que ofrece el mercado más eficientes como por ejemplo contraventanas.

Como conclusión podemos afirmar que las estrategias clave para dar solución a los puentes térmicos pasan por un correcto diseño de la envolvente y un control exhaustivo de la ejecución de la obra. Sólo así podemos garantizar la reducción al mínimo de los puentes térmicos, fundamentalmente para evitar las pérdidas energéticas no deseadas. Pero también para reducir el riesgo de formación de condensaciones y por lo tanto de generación de moho en dichos puentes térmicos. Hecho que afecta no sólo al confort térmico, sino también a la calidad del aire de los espacios interiores.

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