La acelerada urbanización y los efectos del cambio climático han supuesto que hagamos ciertos cambios en la vida moderna. Recientemente, se ha puesto de manifiesto que en España hemos dejado atrás la vida en casas para buscar nuestro hogar en edificios cada vez más altos y que cada vez están mas cerca los unos de los otros. Hoy en día son más las personas que buscan este tipo de viviendas y por ello el ritmo de la construcción aumenta para satisfacer esta necesidad.
La seguridad contra incendios es algo muy importante dentro de la construcción sostenible. Cuando se construye un edificio, se eligen unos materiales específicos y se incorporan al proyecto de manera que den como resultado una edificación menos susceptible a ser dañada por un incendio. La prevención de los mismos se inicia en el desarrollo del proyecto y abarca decisiones cruciales como la elección de los materiales, el aislamiento o los criterios de construcción.
Tal y como hemos visto en anteriores artículos, hay diferentes tipos de fachadas (fachadas ventiladas, muros cortina…) y estas a su vez incluyen una amplia variedad de productos y componentes (vidrio, revestimiento, aislamiento, fijaciones…). En función de los productos instalados, el comportamiento que pueda tener el fuego en la fachada puede variar notablemente.
Una fachada puede quedar expuesta a las llamas de un incendio dentro de la estructura. Sin embargo, el incendio también puede producirse en el exterior, como por ejemplo, un objeto ardiente como un contenedor o un coche. Si el fuego sube por el exterior del edificio, las ventanas pueden romperse y puede ir subiendo hacia pisos superiores. Es muy importante que los incendios no se desarrollen muy rápido a través de las fachadas, para que la generación de humos por la fachada sea limitada tanto en cantidad como en toxicidad. Además, es muy importante dejar aseguradas todas las vías de escape para los ocupantes del edificio para que puedan abandonarlo con seguridad, así como dejar a los bomberos extinguir el fuego en las mejores condiciones de seguridad posibles.
CTE (Código Técnico de la Edificación)
Desde el 28 de junio de 2020, la fecha en la que entró en vigor un nuevo Código Técnico de la Edificación (CTE), todos los edificios nuevos o que rehabiliten el exterior de la fachada, deben cumplir las nuevas exigencias de resistencia al fuego de los sistemas constructivos de fachadas. Esto es algo que afecta directamente a los aislamientos térmicos de los revestimientos y de las fachadas ventiladas.
Para luchar contra el fuego, se pueden contar con sistemas de aislamiento pasivo. Estos sistemas están basados en la creación de estructuras con materiales que no sean buenos transmisores de calor, pero que a su vez aíslen térmicamente los sistemas que sí lo son, de manera que se selle de una forma segura todas las aperturas en los muros, con especial atención a aquellas por las que el fuego se pueda propagar (como las tuberías, cables o las puertas y ventanas). Se trata de aplicar sistemas constructivos que han sido testados previamente y que estén homologados por la normativa vigente. Es importante señalar que los sistemas deben responder a las normativas locales.
EXIGENCIAS CTE
Las exigencias relativas a los productos que van a ser instalados en las fachadas de la edificación, vienen recogidas en la Sección 2 Propagación exterior, del Documento Básico de Seguridad en caso de incendio (DB SI) del CTE. En este punto del CTE, la clase mínima de reacción al fuego para materiales que ocupen más del 10% de la superficie de acabado exterior (por ejemplo SATE) o superficies interiores de cámaras ventiladas será:
- - En fachadas con una altura inferior a 18 m: la clase mínima de reacción al fuego euroclase B-s3,d2 hasta una altura de 3,5m cuando el arranque inferior sea accesible al público desde la rasante exterior o desde la cubierta. El resto de la fachada no tiene exigencia.
- - En fachadas con una altura superior a 18 m: el requisito mínimo de la euroclase B-s3,d2 se aplica a toda su altura.
- - En fachadas con una con cámaras ventiladas: como solución alternativa al requisito mínimo de reacción al fuego en alturas superiores a 18 m, se reduce a euroclase C-s3,d2 si se acompaña de una medida de protección pasiva, la instalación de barreras cortafuegos cada 10 m de altura o tres plantas, con una clasificación de resistencia al fuego E30.
